Tanto me hizo calentar esta chilena conchuda que cuando la agarré no pude parar de volteármela por la argolla.

Esta chilena puta es una piba que se alojó unos días en el hostel donde laburo. La flaca es una turra cordillerana a la que le encanta calentar la pava pero a la hora de tomarse el mate, prefiere irse al mazo. Lo que se dice una verdadera gata flora. La turra se encargó de provocarme tanto y de calentarme tanto la pija en su estadía en el hostel que el último día, antes de hacer su check out, le pedí que me acompañara a la habitación para ver que todo hubiese quedado ok. Cuando la flaca entró conmigo, al toque la tiré sobre la cama y ahí sí que me pude sacar las ganas que le tenía de una buena vez.