Negra de Senegal vendedora de Once, me chupa la verga como loca y me termina sacando toda la leche de mi poronga.

Me di el gusto y me regalé para Navidad una buena chupada de pija por parte de esta negra concha caliente que vende relojes en la estación de Once. Le tiré unos mangos y la zorrita me acompañó hasta el costado de las vías del tren. Ahí la hice arrodillar y le pedí que tirara la goma como si no hubiera un mañana. Esta conchuda me chupó la pija tan rico.