MILF tetona me demuestra que es la reina haciendo petes

La vieja de mi amigo es una madurita zarpada que ya de chicos nos tenía locos con las ganas que nos tenía. Ahora de grandes, la putona ya no tiene límites y no le importa nada, ni siquiera que mi amigo se haya avivado que su vieja es una atorranta. La zorra logró calentarme tanto la pija que le dije que para cogérmela, primero me tenía que demostrar lo regalada que estaba y, para eso, tendría que hacerme un rico petardo con final feliz. La calentona en seguida se puso a chuparme la poronga como una profesional y no paró de lamerme hasta que vio que se me puso bien venosa, lista para eyacularle en la jeta de trola que tiene. La veterana se terminó tragando hasta la última gota de leche.