Me cojo bien fuerte a la jermu de mi patrón mientras el muy boludo fue al banco a buscar la plata para pagarme el día.

Estaba haciendo unos trabajos de plomería en una casa. Por lo general cobro por semana pero como no conocía a esta gente preferí cobrarle por día. Cuando terminé el laburo a eso de las 5 de la tarde, el patrón me dijo que no tenía plata en la casa y que tendría que ir hasta el cajero a buscarla. Le dije que lo esperaba hasta que volviera así que el muy boludo se fue. Me quedé sólo con la jermu que me confesó que en realidad sí tenían la plata pero ella la había escondido porque quería quedarse sola con un macho de verdad. Me la terminé garchando por todos los agujeros en la cama del patrón, mientras ella gemía como una cerda cada vez que le metía la pija por la argolla peladita que tiene la muy puta.