Le pedí a la pendeja trola que me garché que antes de ponérsela quería verle bien la mercadería que tenía para ofrecerme.

Esta pendeja trola es una alta turrita en celo que conocí una vuelta que fui a comprar ropa a un local del barrio de Once. La coreana es una putita que no tuvo ningún problema en tirarme los galgos ahí nomás. A la salida de su turno la pasé a buscar, como habíamos quedado en la charla breve que tuvimos en el negocio, y ahí nomás me la llevé hasta mi casa en Boedo para darle murra a esta calentona. Antes de cogérmela, le pedí que me mostrara la mercadería que tenía para ofrecerme y a continuación la pendeja zorra se puso a mostrarme ese culito parado y firme que tiene, listo para que me lo empome.