La conchuda de mi tía se separó del marido y ahora está hecha una perra en celo que se empoma a cualquiera que se le cruce.
Descripción
Lejos de quejarse o andar llorando por los rincones por su divorcio, la separación le vino al pelo a la puta de mi tía que, gracias a que volvió a estar soltera, se la pasa volteándose muñecos a diestra y siniestra por todo el barrio y aledaños. La conchuda se operó las tetas y empezó a vestirse como una perra alzada, cosa de llamar bien la atención de todos los tipos del barrio. Por suerte para mí, ya se le acabaron las pijas nuevas por donde vive así que ahora empezó a ir más allá. Es así que una noche que vino a visitar a mis viejos, al ver que ellos no estaban en la casa, de igual forma pasó y terminó dándome una terrible cogida difícil de olvidar.