Iré al infierno pero feliz de haberme garchado a mi hermana
Descripción
Me levanté para ir al laburo y al entrar a la cocina me encontré con mi hermana haciendo el desayuno para los dos, medio en bolas. La pendeja atorranta estaba en ropa interior, con una tanga que apenas si le cubría la raya del orto y un corpiño tan transparente que podía verle los pezones paraditos a la guacha. Al toque se me puso dura la verga y no me quedó otra más que cogérmela de parada ahí nomás. La conchuda al principio se hizo la estrecha y no quería entregar, pero cuando le metí de prepo la poronga por la concha, la putita empezó a chorrearse de lo mojada que se le puso la argolla, cosa que hizo que se relajara y empezara a disfrutar de los pijazos que le iba dando.