Filmé con mi celular a la putita de mi hija cuando la muy zorra estaba tratando de convencerme de que la dejara salir con las amigas.

La atorranta de mi hija es una pendeja adolescente que está más caliente que una pipa. La mocosa y yo venimos teniendo una relación un tanto tirante porque ella no entiende todavía que las órdenes que le da su papá tienen que ser respetadas. Es por eso que, cuando me vino con el tema de que quería permiso para salir con las amigas a bailar, le dije que tendría que convencerme porque así nomás no la iba a dejar ir. Ahí nomás la trola se montó sobre mí, en bolas, y a mí no me quedó otra más que garcharme a la pendeja trola de mi hija y probar esa conchita apretada que hace tanto tiempo que tengo ganas de llenar de leche tibia.