Esta pibita tiene debilidad por los petes en entornos naturales

Me fui a pasar unos días a Villa Carlos Paz y en eso me encontré con esta cordobesa calentona al costado del río. La putona venía viéndome desde el otro lado de la orilla y cuando le hice un gesto para que cruzara al mío, la gorda regalada al toque me obedeció y se arremangó los pantalones para cruzar caminando. Por suerte es un río bien bajito en esa zona así que al toque la tuve al lado mío, lista para hacer cualquier cosa que le dijera con tal de que me la terminara garchando ahí nomás, al lado del río, como tantas ganas tenía que hiciera esta atorranta pajera a la que le gusta más la poronga que el dulce de leche.