Esta pendeja merece tener el orto lleno de leche

¡Una buena para los pibes! Desde que desalojaron a los manteros, esta puta se quedó sin el curro así que se dedicó a lo que mejor hace, que es entregar el orto. La zona no la cambió: la encontrás en Plaza Miserere, justo al lado de la fuente del medio. La muy zorra se calzó una minifalda y empezó a regalarse a quién pasara por ahí. Como todos los días paso para ir a tomar el bondi, me di un permitido y me la llevé hasta un telo de mala muerte frente a la plaza. La puta está tan relajada que al toque se abrió de gambas y se puso bien cerca de mi pija para que pudiera metérsela hasta el fondo de ese orto redondo que tiene. Esas nalgas piden poronga y eso es exactamente lo que les doy.