Destrucción anal para esta gordita hincha pelotas, gime rico la cerda

Laburo como barman en un bar de Palermo. El miércoles cayó esta yanqui trola con un contingente y no pararon de pedir birra toda la noche. La gordis no podía más del pedo que tenía así que se acercó a la barra y empezó a hablarme en inglés. Yo no entendía un choto lo que decía la gringa, pero me quedó bien en claro que la puta andaba caliente porque en un momento peló tres billetes de 100 dólares que no estaban para desperdiciarse. Así que la acompañé hasta la habitación del hotel donde estaba hospedada y me la garché lo más fuerte que pude para que se llevara de recuerdo de nuestro país una buena rotura de concha. La muy zorra no paraba de gemir como una cerda.