De mi viaje a Nueva York me traje de recuerdo un compilado con videos de todas las negras conchudas que me cogí.

Fue mi primer viaje a Nueva York. Todos mis conocidos me hablaron muy bien de la ciudad y de todo lo que podía hacer hacer allí, aunque omitieron lo más importante: las negras calienta pijas que viven en Nueva York. Estuve quince días en la ciudad y me la pasé garchando argollas negras sin parar. Las negras tetonas de allá son las mejores putas que he probado.