Con mis amigos del barrio nos fuimos a pasar unos días a Brasil y encontramos a esta puta barata para cogérnosla entre todos.

Estábamos con los pibes en la playa cuando vimos pasar a esta reventada con una bikini blanca diminuta que no dejaba nada para la imaginación. Se le veía tanto el orto que uno de mis amigos se le acercó a la zorra y le dijo que con semejante culo estaba listo para chupárselo y hacer sidra. Cuando la mina escuchó eso se empezó a cagar de la risa y nosotros al toque nos dimos cuenta de que estaba regalada, lista para todos. La llevamos hasta la posada donde nos estábamos quedando y una vez ahí, nos la fuimos garchando de a uno a la conchudita hasta dejarla bien llena con la leche de todos. La flaca quedó con la argolla hecha una flor de tantas porongas que le desfilaron por ese agujero todo mojado.