Cogiendo al atardecer frente a la ventana, se queja mucho la mina pero de esta pija no se salva

Me sorprende que se haya quejado de dolor tanto pues no es la primera vez que le rompo el orto, será que no se puso lubricante o tal vez ese día mi pija adquirió un tamaño inusualmente grande, era una hermosa tarde y la luz solar entraba por esa ventana que sirvió de escenario para una cogida monumental, ella fue la que empezó al agarrar fuerte mi verga, en seguida me dijo que por favor se la meta por el culo, el resto fue darle duro sin parar, tanto que ella por momentos desfallecía por el castigo o premio, la cuestión era azotar su cola con mi pija con pasión sin parar… al final ella terminó agotada pero sabe que lo hago por amor… fue una tarde hermosa y su culo lo mejor de todo.