Me cogí con todo a esta puta regalada que con gusto aceptó que le rompiera la concha en la parte de atrás de mi auto.

Esta puta es una piba que conocí en un boliche de Ramos Mejía cuando fui a bailar con unos amigos. La verdad es que pasamos una noche bárbara y una mañana para el recuerdo, sobre todo porque a la salida, esta putona en celo me acompañó de una hasta mi auto para que me la cogiera bien y le rompiera con todo la argolla al rojo vivo que tenía. La mina estaba tan regalada que no le importó que ya se hubiese hecho de día y yo no tuviera polarizados los vidrios. Como ella estaba tan caliente en lo único que podía pensar era en mi pija clavada en el fondo de es concha que chorreaba de jugo de tan excitada.