Lo mejor de la puta de mi compañera de crossfit es que tiene unas tremendas fuerzas en esa concha pelada que tiene.

Esta atorranta es una de mis compañeras de crossfit con la que voy al gimnasio todos los días por la tarde. La trola está más buena que comer pollo con la mano y es por eso mismo que me esforcé lo que más pude hasta que por fin la zorra aflojó y salió conmigo. Por suerte para mí, con un par de tragos encima la mina es una atorranta más y es así que, después de un par de birras largas en un bar de San Miguel, nos fuimos derecho a mi departamento para sacarme de una buena vez las ganas tremendas de cogerme a esta hembra en celo que tiene un culo impresionante y que me calienta como loca la poronga.