Esta cubana putona bien zarpada, estaba tan en pedo que, en pleno boliche de Palermo me comió la pija ahí nomás.

Había ido a bailar a un boliche de Palermo un toque de compromiso porque muchas ganas no tenía de ir. Lo bien que hice en caer en ese lugar, porque ahí fue donde conocí a esta cubana puta que, en medio de la noche, del pedo que tenía, se tropezó conmigo mientras intentaba llegar al baño del lugar. Cuando ese par de tetas enormes se apoyaron sobre mí, enseguida supe que tenía que aprovecha la oportunidad y me llevé a la atorranta al reservado, donde le pedí que empezara a chuparme la pija con esos labio de mulatona que tenía. La mina estaba tan zarpada que enseguida empezó a comerse la verga hasta metérsela toda en esa boca de puta sin oponer resistencia alguna.