Brasilera bien atorranta quiere llevarse de recuerdo de Buenos AIres un mate y una buena cogida.

Un vaso de agua y un buen polvo no se le niegan a nadie, sobre todo si ese alguien es una brasilera bien calentona como ésta que, dicho sea de paso, está más fuerte que la mierda. Ese terrible lomo que tiene la guacha hizo que la verga se me pusiera dura como una piedra al toque de verla en el bar donde la conocí así que enseguida me le acerqué para ver si podía chamuyarme a este camión con acoplado. Se ve que estaba en mi día de suerte porque no sólo me la levanté sino que hasta me la terminé llevando a mi departamento de Palermo para cogerme a esta hembra en celo como si no hubiera un mañana.