A esta mendocina puta que me levanté en una bailanta de la zona de Guaymallén me la cogí bien fuerte por todos los hoyos.

Fui a ver a una banda que me gusta a una bailanta de la zona de Guaymayén, en Mendoza, donde conocí a esta flor de atorranta regalada que al toque se me pegó con tal de que la invitara con alguna birra. Cuando la vi tan desesperada por chupar, supe que la noche iba a terminar bien arriba con esta zorra así que le empecé a comprar unos tragos en la barra hasta que por fin se puso medio en pedo. Así alegrona me la llevé hasta la playa de estacionamiento donde había dejado el auto, cerca del local, y ahí nomás convencí a la turra de bajarse los lienzos y entregarme de una vez esa concha jugosa que tan deseosa estaba de que le metieran un buen pijazo.